NOTA: En el circulo se puede leer: En 1896, unos colonos blancos de Sandoa (Paraguay) pierden un caballo por lo que acusan a un grupo de la etnia achés, originarios de las selvas paraguayas, de haber matado al caballo, por lo que los asedian y agreden con armas de fuego cuando estaban cocinando. Sin comprobar nada disparan y caen tres achés, uno de ellos una mujer que terminaran de matarla a machetazos y se apropian de una niña de dos años. Que es entregada a los antropólogos Hermann Ten Kate, Charles de la Hitte, quienes luego de dos años la entregan en la Provincia de Buenos Aires al médico Alejandro Korn, quien la lleva como criada a la casa de su madre. Con el despertar sexual de Damiana, comienza a escaparse para encontrarse con un hombre. Korn no puede controlarla y la interna en su hospital, el Melchor Romero, con el diagnóstico de insania. Allí, con catorce años, el investigador alemán Lehmann-Nietszche la fotografía desnuda. A los dos meses muere de tuberculosis. Fallecida, sigue siendo objeto de investigación, su cuerpo fue llevado al Museo Antropológico de La Plata, mientras que su cráneo fue enviado a la Sociedad Antropológica de Berlín. Fue en 2007 que una organización aché del Paraguay reclamó los restos, para luego ser entregados a su tierra donde Damiana pasó a llamarse Kryygi. Cuenta Fernández Mouján director del documental “Damiana Kryygi” que se preguntó “... si yo mismo tenía derecho a reproducir esa foto en un film, si no corría el riesgo de reproducir el mismo gesto de aquellos hombres que bajo el pretexto de servir a la ciencia la estaban obligando a esa exposición. Acepté entonces el desafío de contar el revés de la foto. La mirada de Damiana capturada en esa placa es el principio de la reflexión en el film y la intención es restituirle su historia a esa niña cautiva” Cuando la demanda de caucho amazónico comenzó a crecer por el descubrimiento de la vulcanización, un proceso que endurece la goma lo suficiente como para ser usada como neumáticos de los coches. Los pueblos originarios en Colombia, Peru y Brasil, se vieron afectados por determinadas empresas y gobiernos que no prestaron atención a lo que ocurría con tal de satisfacer su deseos. Un ejemplo aberrante es el de la empresa Arana, Vega y Cía propiedad de Julio César Arana que en solo un año (1904/1905) se extendió a lo largo de 12.000 millas cuadradas. Estando en un territorio fronterizo, Arena buscó el respaldo de la corona británica por lo que constituyó una empresa de origen inglés denominada Peruvian Amazon Rubber Co, recibiendo una línea de crédito de Londres. Jorge M. von Hassel, en un estudio sobre los “indígenas amazónicos” publicado en febrero de 1905 se permite denunciar "ante el mundo civilizado contra los abusos y destrucción innecesaria de esos seres primitivos, que la codicia del llamado hombre civilizado ha puesto entre los productos del mercado amazónico; pues es un hecho conocido por todos que se cotizan allí como cualquier mercadería." En 1907 ya Benjamín Saldaña Roca publicó varios artículos en La Sanción y La Felpa donde relata las atrocidades que se cometieron en los puestos caucheros. Pero fue con la denuncia que realizara Walter Hardenburg, en 1909 en la revista Truth que tomó relevancia en Inglaterra, en ella comenta (...) Los agentes de la Compañía obligan a los pacíficos indios del Putumayo a trabajar día y noche, sin la más mínima recuperación salvo la comida necesaria para mantenerlos vivos. Les roban sus cosechas, sus mujeres, sus hijos. Los azotan inhumanamente hasta dejarles los huesos al aire... Toman a sus hijos por los pies y les estrellan la cabeza contra los árboles y paredes... Hombres, mujeres y niños sirven de blanco a los disparos por diversión y en oportunidades les queman con parafina para que los empleados disfruten con su desesperada agonía (...)" En 1910 se envió una comisión de investigación al Putumayo. Uno de sus miembros era el cónsul británico en Río, Roger Casement. hablando los relatos de Hardenburg, con gran cantidad de nuevos detalles. Como consecuencia de las demandas de caucho para usos industriales se promoviendo el desarrollo económico extractivo cuyo avance se logró a partir de la sobreexplotación de los indígenas amazónicos que se vieron sometidos a un régimen de esclavitud en el que imperó lo que Michael Taussig ha denominado cultura del terror. - Nde reju che aju haguégui - Tú vienes de donde yo vine - Tú vas donde yo voy - Nde reho che ahahápe.

Autor: Guillermo Jones. - Buenos Aires, Argentina.