NOTA: En el circulo exterior escribí: ¿Somos conscientes de lo que implica el consumo de bienes y servicios? Sebastian Salgado en su libro Workers muestra el costo humano que tiene la producción de algunos bienes de consumo. Edward Burtynsky con Manufactured Landscapes, nos muestra las consecuencias en diversos territorios de la producción industrial. Joana Moll en 2014 con la obra “CO2GLE”, muestra el CO2 con los que contribuye a la contaminación ambiental, por cada segundo que utilizas en Google. En 2016 con “DEFOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOREST”, muestra la cantidad de árboles necesarios para absorber la cantidad de CO2 generado por las visitas globales a google.com. La tecnología siempre implicó diversos impactos, la extracción de minerales, utilización de químicos, el uso de energía, el uso del agua. Además del desecho tecnológico mismo por la obsolescencia o daño. Lo digital no es pulcra inmaterialidad. En su libro “Una genealogía de los medios” Jussi Parikka analiza la materialidad del entorno digital, las consecuencias sociales y medioambientales que tienen en nuestras vidas conectadas en red. Durante el siglo XIX las ballenas fueron convertidas en productos como el aceite fino necesario para lubricar las más avanzadas máquinas herramienta o proporcionar luz al quemarlo en lámparas. Incluso sus huesos / barbas se usaban para fabricar una amplia variedad de bienes de consumo. La gutapercha es un árbol del que se extraía el látex natural con el que se aislaron los cables telegráficos submarinos, que permitieron la comunicación telegráfica entre continentes. Se cultivaba en colonias del sudeste asiático y su demanda hizo que esta especie corriera peligro de extinción.

Al aparecer el polietileno, se dejó de utilizar la gutapercha como aislante para la industria de las telecomunicaciones. El coltán es un mineral escaso que se utiliza para la fabricación de dispositivos electrónicos principalmente en baterías, lentes de cámaras o procesadores que son parte de celulares, tablets o notebooks. El Congo que posee una de las mayores reservas de coltán lleva años en una cruenta guerra donde se registraron masacres, violaciones, reclutamiento forzado de niños. A tal punto que Naciones Unidas prohíbe la compra del coltán del Congo de minas ‘rojas’, donde se utiliza mano de obra infantil o trabajadores forzados, controlados por grupos armados. Sin embargo las mafias llevan el mineral a países como Ruanda y Uganda lucrando e interfiriendo en el conflicto armado,mientras multinacionales se aprovechan del menor costo en comparación a otros países productores como Australia, Canadá o ahora España. Xu Lizhi es uno de los tantos obreros que se ha suicidado, de la empresa Foxconn, donde se ensamblan iPhone, iPad, Xbox, Playstation, entre otros productos que se vendían a todo el mundo. Xu Lizhi escribió : “Taller, línea de ensamblaje, máquina, tarjeta de fichar, horas extra, salario. Me han entrenado para ser dócil. No sé gritar o rebelarme, cómo quejarme o denunciar, sólo cómo sufrir silenciosamente el agotamiento”. “Un tornillo cayó al suelo en su negra noche de horas extra. Cayó vertical y tintineante pero no atrajo la atención de nadie, igual que aquella última vez, en una noche como ésta, en la que alguien se lanzó al vacío”.

En “El costo de lo digital. Colonialismo de datos: repensando la relación de los datos masivos con el sujeto contemporáneo” de Nick Couldry y Ulises A. Mejias, analizan como la captura y el procesamiento de datos sociales con sus relaciones de datos, transforman lo "natural" de la vida diaria en un flujo de datos digitales. Dando como resultado un nuevo orden social, basado en una vigilancia continua que ofrece oportunidades para la discriminación y la influencia del comportamiento. Normalizando la explotación de los seres humanos a través de los datos, de igual manera que el colonialismo se apropió del territorio y los recursos y gobernó a los sujetos con fines de lucro. ¿Cuáles son las huellas sociales y ambientales que dejamos con nuestras acciones u omisiones?

Autor: Guillermo Jones. - Buenos Aires, Argentina